Esta es la primera vez que en mi vida que preparo buñuelos de viento y ha sido toda una odisea. Aunque es un dulce típico de Semana Santa, que yo recuerde nunca se ha preparado en mi familia, si que se han preparado otros dulce de Semana Santa como: torrijas, leche frita, piruletas de caramelo, roscos....pero nunca buñuelos.
Así que la receta no viene de familia, si no que está sacada del libro de Xavier Barriga (Brioixeria), el cual os recomiendo 100% si queréis aprender hacer dulces tradicionales y también algunas recetas saladas.
Aunque esta muy bien explicada la receta en el libro ,siempre surgen mil dudas cuando la estás preparando, como:
· Como salen las bolitas tan perfectas
· Aceite de girasol o de oliva
· Como las relleno
· Y muchas más...
Primero os voy a explicar los diferentes problemas que me han ido surgiendo:
· Cuando me puse ha hacer la primera tanda, la preparé con aceite de oliva y cuando llevaba unos 15 buñuelos el aceite se empezó a oscurecer. A parte el sabor del aceite de oliva neutralizaba el sabor de la infusión y decidí cambiarlo por el de girasol.
· La crema/ masa se expandía y no salían bolitas, así que obté por dejarlo para otro día ( mi paciencia se reducía por minutos) y metí la masa bien tapada en la nevera hasta el día siguiente. Cosa que hizo que la crema/ masa se asentase y cogiese consistencia.
· Finalmente me salieron bolitas, os preguntareis ¿como? pues después de probar mil maneras, la mejor forma fue: apretando la manga y cuando salia un churro con los dedos mojados en aceite, juntaba los extremos y a freír.
Como el post me ha quedo un poco bastante largo, ya que he intentado explicar lo mejor posible la receta para que no acabéis desistiendo (cosa que casi me pasó a mi). Pasamos a los ingredientes y la extrema explicación para que podrais disfrutar antes de que acabe la Semana Santa ;)
Ingredientes
250 ml de agua
1/2 canutillo de canela
la piel de medio limón
150 g de mantequilla
7 huevos M (aproximadamente 350 g de huevo)
200 g de harina floja (proteina 9, os pongo foto xra que lo veáis)*
25 g de azúcar y un poco más para rebozar.
Preparación
El día antes preparamos una especie de infusión; ponemos a hervir el agua con la canela y el limón. Tapamos con un plato, dejamos enfriar e introducimos en la nevera toda la noche para que coja bien los aromas.
Al día siguiente, colamos el agua (infusión) y la volvemos a poner en el fuego con la mantequilla. Cuando empiece a hervir, apartamos del fuego y añadimos la harina con el azúcar. Removemos enérgicamente con una cuchara de palo hasta formar una pasta.
Ponemos la pasta en la batidora eléctrica, con el accesorio pala y mezclamos hasta que se enfríe ligeramente. También se puede seguir preparando con la cuchara de palo.
Seguidamente le vamos añadiendo uno a uno los huevos, tenemos que obtener una pasta cremosa pero no muy líquida.
Ponemos a calentar una gran cantidad de aceite de girasol (aunque la receta pone de oliva, decidí que quedaban mejor con aceite de girasol: el sabor era más suave y menos intenso. Utilicé 1 litro de aceite) a 170 ó 180 grados, si no tenéis termómetro; el punto seria antes de que empiece a humear, cuando hace una especie de ondas el aceite.
Mientras se calienta.... Introducimos en una manga la crema.
Dejamos salir un churro y con los dedos mojados en aceite juntamos los extremos y dejamos caer en el aceite ( no sé si me he explicado bien, espero que sip )
Cuando los buñuelos se empiecen a dorar ellos solos se irán girando, pero podemos ir girándolos con una espumadera con muchísimo cuidado.
Los sacos y colocamos en papel absorbente.
Ahora los podemos rellenar con nata, crema pastelera, crema de chocolate, con la ayuda de una jeringa. Los rebozamos en azúcar....... Y nos los comemos con toda la alegría del mundo.
Si tenéis alguna duda o pregunta sobre la receta, no dudéis en dejar un comentario y os responderé con mucho gusto.
Muchos besines y nos vemos pronto.
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