A mi me han ido G-E-N-I-A-L-E-S, ya que llevaba como 2 años sin hacer vacaciones. Este año me han cundío un montón (como diría mi abuela), hemos estado disfrutando de las fiestas de la urbanización donde viven mis padres y mi peque ha disfrutado mucho más que nosotros (con que poquito se conforman los peques). También hemos disfrutado de unos días de camping cerquita de la playa (casi pisándola con la tienda), noches en las que poder volver a coger una buena novela mientras escuchas el mar y te tomas un refrescante mojito (no recuerdo ni cuanto tiempo hacia que no disfrutaba de esas pequeñas cosas).
Volver a ver a esos maravillosos amigos que sabes que están pero que nunca se pueden disfrutar como a uno le gustaría, días de disfrute en familia (riendo, llorando y volviendo a reír como locos). Momentos en los que te sientes tan feliz que crees que el corazón esta apunto de salir de tu cuerpo en forma de confeti.
Os podría decir que he estado buscando recetas, cocinando nuevas recetas, experimentado, pensando en cosas nuevas para el blog.....pero os estaría mintiendo. Porque lo que realmente he estado haciendo es disfrutar de esas pequeñas cosas, de esos pequeños momentos que nos regala la vida y que en millones de ocasiones nos olvidamos de admirar, disfrutar y vivir sin pensar en nada más.
Se podría decir que este es un pequeño resumen de mis vacaciones, en el que hay que añadir que me pasé gran partes de ella sin Internet/Wifi y casi muero los primeros días, pero a todo se acaba acostumbrando una....que remedio, sino había otra (era eso o ponerme a llorar como una cría, jajajaja).
La receta la preparé unas semanas antes de marchar de vacaciones, tenia unas ganas inmensas de comer cheesecake y aproveché la bajada de temperaturas para encender el horno. La receta empezó fusionando varias recetas que tenia apuntadas de cheesecake clásico y acabó convirtiéndose en una combinación de sabores y texturas.
El resultado me dejó......locaaaaa!!!. Estaba segura de que después de todo el tute acabaría en la basura, pero como podéis comprobar en las fotografías el resultado fue D-E-L-I-C-I-O-S-O. Vamos, me comí yo sólita la mitad (menos mal que ya no estaba en operación bikini, uf!!!). Pero la mejor manera para comprobarlo, es preparando la receta con mucha paciencia porque es larga de escribir y de preparar.
Ingredientes
- Base
150 g de galletas tipo Digestive
75 g de mantequilla derretida
- Crema
450 g de queso tipo Philadelphia
3 huevos L
225 g de azúcar blanco
100 g de azúcar moreno
1 cucharadita de pasta de vainilla
1 manzana Golden a trocitos
1/2 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de cardamomo
20 g de maizena
1 cucharada de zumo de limón para que la manzana no se oxide
- Decoración
Dulce de leche
1 manzana en láminas
canela
azúcar moreno
limón para que no se oxide la manzana
Preparación
- Base:
Derretimos la mantequilla en el microondas.
Mezclamos en un bol las galletas trituradas (miguitas minúsculas) y la mantequilla, hasta que obtengamos una pasta.
Cubrimos la base del molde que vayamos a utilizar con la mezcla y refrigeramos unos 20 minutos en nevera.
Añadimos uno a uno los huevo, previamente batidos. Seguimos batiendo hasta que estén bien incorporados.
Incorporamos la maizena previamente tamizada. Añadimos la vainilla y batimos hasta que la mezcla esté homogénea.
Pelamos y troceamos una manzana, para que no se oxide la manzana le añadimos una cucharada de zumo de limón y removemos un poco. Incorporamos la canela y el cardamomo.
Añadimos la manzana a la mezcla de queso o crema de la tarta.
Engrasamos un molde de unos 20 cm y con el horno previamente caliente a 170°.
Vertemos la crema en el molde, aplanamos la superficie con la ayuda de una espátula, tapamos con papel de aluminio y horneamos 1h y 30 minutos, aproximadamente (cuando falten unos 15-20 minutos quitamos el papel de aluminio y seguimos horneando)
Apagamos el horno dejando dentro el cheesecake unos 30 minutos y una vez pasado ese tiempo dejamos enfriar por completo fuera del horno y sobre rejilla.
Refrigeramos en nevera mínimo unas 8 horas (en mi caso la deje hasta el día siguiente).
Precalentamos el horno a 210°
Pelamos y cortamos en laminas 1 de las manzanas. Las disponemos en una bandeja con papel de horno, pincelamos las laminas de manzana con zumo de limón para que no se oxiden y espolvoreamos por encima canela y azúcar moreno.
Horneamos 10 minutos y pasado ese tiempo las dejamos enfriar.
Sacamos el cheesecake de la nevera, cubrimos la superficie con dulce de leche ayudándonos con una espátula. Cubrimos con las láminas de manzana toda la superficie .
Y ya la tenemos lista para comer, sé que tiene tope de calorías la receta, pero después de probarla se os olvidará por completo. ¡¡Y que sería de la vida sin dulces como este!! Más vale probar que vivir con las ganas.
Muchos besos y nos vemos pronto.
- Para la tarta:
Añadimos uno a uno los huevo, previamente batidos. Seguimos batiendo hasta que estén bien incorporados.
Incorporamos la maizena previamente tamizada. Añadimos la vainilla y batimos hasta que la mezcla esté homogénea.
Pelamos y troceamos una manzana, para que no se oxide la manzana le añadimos una cucharada de zumo de limón y removemos un poco. Incorporamos la canela y el cardamomo.
Añadimos la manzana a la mezcla de queso o crema de la tarta.
Engrasamos un molde de unos 20 cm y con el horno previamente caliente a 170°.
Vertemos la crema en el molde, aplanamos la superficie con la ayuda de una espátula, tapamos con papel de aluminio y horneamos 1h y 30 minutos, aproximadamente (cuando falten unos 15-20 minutos quitamos el papel de aluminio y seguimos horneando)
Apagamos el horno dejando dentro el cheesecake unos 30 minutos y una vez pasado ese tiempo dejamos enfriar por completo fuera del horno y sobre rejilla.
Refrigeramos en nevera mínimo unas 8 horas (en mi caso la deje hasta el día siguiente).
- Decoración:
Precalentamos el horno a 210°
Pelamos y cortamos en laminas 1 de las manzanas. Las disponemos en una bandeja con papel de horno, pincelamos las laminas de manzana con zumo de limón para que no se oxiden y espolvoreamos por encima canela y azúcar moreno.
Horneamos 10 minutos y pasado ese tiempo las dejamos enfriar.
Sacamos el cheesecake de la nevera, cubrimos la superficie con dulce de leche ayudándonos con una espátula. Cubrimos con las láminas de manzana toda la superficie .
Y ya la tenemos lista para comer, sé que tiene tope de calorías la receta, pero después de probarla se os olvidará por completo. ¡¡Y que sería de la vida sin dulces como este!! Más vale probar que vivir con las ganas.
Muchos besos y nos vemos pronto.
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