¡¡¡Muy buenos días de lunes !!! Aunque aún se está resistiendo un poco en venir la primavera y empezamos a tener los primeros rallitos de sol que hacen que nos paremos unos segundo frente a él para que nuestro cuerpo empiece a absorber su energía. Y después de nuevamente sufrir el cambio de hora, que a mi personalmente me provoca una hecatombe el cual mi cuerpo necesita semanas para volver a un estado "normal" y siempre me lleva a pensar lo mismo.... porque demonios lo seguirán haciendo cuando hoy en día la gran mayoría de fabricas funcionan las 24 horas y no se produce un ahorro de energía.
Pero ahora vamos a lo que vamos.
A finales de la semana pasada os compartí una receta de pestiños al horno (os comparto el enlace), pues bién esta semana para completar mis sugerencia o añadir al recetario del blog algunos dulces más sobre temática tradición o mejor dicho Semana Santa me vinieron a la cabeza estas rosquillas con un punto diferente a las tradicionales. Estas se preparan igual que las tradicionales ( fritas en abundante aceite) pero en este caso la masa lleva un par de ingredientes que le dan ese toque diferente, ya que al pegarle un bocado te encuentras esos pequeños trocitos de almendras que le dan un toque más crujientón y con la manzana que le aporta jugosidad, hacen de estas rosquillas una maravilla.
Como voy con poco tiempo porque tengo a los dos peques en casa y esto hace que vaya a toda velocidad escribiendo (perdonad si hay faltas de ortografías y palabras mal escritas o a medio escribir), no me voy a enrollar más y os voy a dejar con la receta.
Ingredientes
El zumo y la ralladura de 1 naranja
530 g de harina
30 g de almendras picadas
2 huevos
1 manzana triturada o licuada
70 g de azúcar
100 ml de aceite de oliva
1 taponcito de anís ( yo e utilizado el mismo de la botella)
1/2 cucharadita de canela
Aceite de girasol para freír las rosquillas
Azúcar y 1 cucharadita de canela para rebozarlas
Preparación
En un bol amplio batimos los huevos con el azúcar. Añadimos a la mezcla el aceite, el anís, la canela y mezclamos unos segundos con las varillas.
Rallamos la piel de la naranja y exprimimos su zumo. Añadimos a la masa, mezclamos y seguidamente añadimos la manzana triturada o licuada, mezclamos unos segundos más.
Ahora iremos añadiendo poco a poco la harina que previamente habremos tamizado, las almendras y amasaremos hasta que la masa se despegue del bol o se desprenda de nuestras manos.
Dividimos la masa en pequeñas porciones y formaremos tiras cilíndricas las cuales uniremos sus extremos para formar las rosquillas.
En una sartén onda o el un cazo amplio calentaremos el aceite junto un poco de piel de naranja ( lo de la piel de naranja es opcional), calentaremos sin dejar que humee. Introduciremos las rosquillas e iremos dorándolas y girándolas con la ayuda de una espátula para que se doren por todos sus lados.
Os recomiendo que el fuego no esté muy fuerte ( fuego medio) ya que podrían dorarse pero quedar crudas por dentro.
Dejamos enfriar sobre papel absorbente y seguidamente las rebozamos el azúcar con una cucharada de canela.
Me despido a toda velocidad que estos dos están muy callados y cuando callan otorgan ( si sois padres/madres ya me entendéis).
Nos vemos la próxima semana con otra nueva receta.
Besossssss
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